La Puerta del Sol fue el destino final de los manifestantes
La protesta se ha extendido hoy a otras 15 ciudades, entre ellas Barcelona
Decenas de miles de personas, convocados por los sindicatos SATSE, AMYTS, CESIT, UGT, CCOO, USAE, y PATUSALUD, así como la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid, y la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, salieron ayer a la calle en una nueva ‘marea blanca’ contra la privatización de la sanidad, la tercera que ha tenido lugar por las calles de la capital en este año 2013. Sindicatos, trabajadores y usuarios se hicieron ayer visibles en Madrid y otras 15 ciudades bajo el lema ‘La sanidad pública no se vende, se defiende’.
Las calles del centro de Madrid volvieron a vestirse de miles de batas blancas en contra de los planes de privatización de la gestión de hospitales y centros sanitarios del Gobierno regional, como ocurrió en otras quince ciudades, para defender la sanidad pública.
La primera marea blanca a nivel nacional arrancó en Madrid con miles de manifestantes que corearon consignas como «Pueblo de Madrid movilízate, a estos sinvergüenzas párale los pies», «Menos Eurovegas y más enfermeras. Menos asesores, y más doctores» o «Que no, que no, que no queremos pagar su deuda con sanidad y educación».
Unas proclamas que los asistentes acompañaron del ruido de silbatos y con cánticos como «Todos los ciudadanos tenemos un deseo, que para la privada no haya dinero. Dinero por aquí, dinero por allá, la pública pa’alante, privada pa’atrás».
En la cabecera de la manifestación, los líderes sindicales, entre ellos los representantes de AMYTS-CESM, insistieron en que el conflicto no puede por menos que continuar porque, a todo lo anterior, hay ahora «nuevas razones que demuestran que lo que plantea el Gobierno (regional) es un error, un fracaso e, incluso, empieza a haber sospechas de que es un negocio».
Las declaraciones de este tipo se escucharon durante todo el recorrido, desde Cibeles a la Puerta del Sol, donde se leyó un manifiesto en el que se incidió en que «la sanidad es un derecho» y en que no iban a consentir «que se negocie con ella, ni como ciudadanos, ni como trabajadores de la Sanidad».
«Resistiremos como venimos haciendo hasta ahora y manifestamos una vez más, nuestra contundente repulsa a los planes de privatización que se están llevando a cabo en todas las autonomías», concluía el manifiesto.
En todas las manifestaciones celebradas en el territorio nacional se hizo hincapié en que la sanidad pública española es de «las mejores y más eficientes del mundo» y la gestión privada de los servicios sanitarios «es más cara» y «disminuye la calidad de las prestaciones.
La protesta se extiende a toda España
Una de las concentraciones más numerosas fue la de Barcelona, donde miles de personas salían con pancartas en las que se podía leer que «La salud no tiene precio», «Con la salud no se juega» o «Basta recortes».
Los representes sindicales, como el secretario general de Metges de Catalunya (MC-CESM), Francesc Duch, coincidieron en que se está amenazando un sistema sanitario público que siempre se ha caracterizado por su «prestigio» y que los profesionales de la sanidad trabajan con «estrés y sobrecarga», lo que afecta a los usuarios de la sanidad.
Cientos de personas también salían por el centro de Zaragoza en defensa de los servicios públicos y, en especial, de la sanidad, como también lo hacía una cadena humana en Pamplona, en solidaridad con la marea blanca de Madrid, o en Segovia, donde la protesta ha comenzado con un gran «abrazo» en torno al edificio del hospital general. Una solidaridad que también se hizo notar en Santander, Logroño, Valencia, Málaga, Cádiz, Ourense, Murcia, Tolosa (Guipúzcoa), Toledo, Palma de Mallorca, y Cuenca, entre otras ciudades.
Lasquetty critica que la ‘marea blanca’ persiga ‘seguir estirando’ el conflicto
Como respuesta a la marea blanca, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, aseguró ayer que tiene la sensación de que la manifestación de la ‘marea blanca’ supone «un intento de seguir esturando» el conflicto en interés, a su juicio, «de quienes la convocan» – recogen EL MUNDO o la CADENA SER, entre otros-.
